¿De qué depende el color de los ojos del bebé?
El iris es el máximo responsable de cuál será el color de ojos definitivo del bebé tras haber nacido.
¿De qué color serán los ojos de mi hijo? ¿Tendrán este color en particular para siempre? Muchas son las preguntas que se hacen a este respecto los padres y madres cuando nace el bebé, pero lo cierto es que el ese color puede llegar a cambiar con el tiempo pero ¿Qué factores intervienen en que se tengan los ojos de un color o de otro?.
¿De qué depende el color de los ojos del bebé?
Tras el nacimiento y especialmente durante las primeras semanas de vida del bebé, es posible que los padres y madres noten como este tiene un color de ojos bastante claro o incluso algo grisáceo pero que poco a poco ese color va cambiando, de modo que surgen dudas sobre cuál será el color definitivo o que se pregunten si es normal que el color cambie.
Para entender que está pasando es necesario recurrir a la anatomía y hablar de las tres partes que componen el ojo que son:
- La esclerótica, la parte blanca,
- La pupila, el agujero central, es negra
- El iris, que rodea la pupila
El iris
De las tres partes, el iris debe ser considerado el moderador de la luz de nuestros ojos y el que también determina su color. Este último en particular depende de la cantidad de melanina presente en su interior: cuanto más melanina hay en el iris, más oscuro es el ojo.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que, durante la vida uterina, el feto se encuentra predominantemente en un ambiente con poca luz. La luz brilla en pequeñas cantidades a través del abdomen materno y esto conduce a una baja producción de melanina, pero justo después del nacimiento, el recién nacido es expuesto a un ambiente brillante lo que provoca, que se impulse a los melanocitos a producir melanina. Es por esta razón que la mayoría de los bebés tienen un color de ojos indefinido de gris, verde, azul, que tenderá a cambiar solo una vez que se haya estabilizado la producción de melanina.
Otros, en cambio, tienen ojos marrones desde el nacimiento y estos tenderán a mantener el color incluso después. Dicho esto, los primeros 12 meses de vida están en el plazo máximo que se debe tener en cuenta para luego tener un color de ojos definitivo. Así que los padres solo tienen que esperar el primer año de vida de sus hijos para poder disfrutar al máximo de las múltiples tonalidades de color que nos regala su mirada todos los días y una vez pasado ese tiempo comprobarán finalmente cuál es el «auténtico» color de ojos que va a tener el niño o niña.
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